Ese martes nos levantamos y el día estaba feo. Como de costumbre Megan se fue al cole y yo a cerámica. Estaba contenta porque me había dado tiempo a dejar preparados los raviolis, el soporte para el huevo y las galletas de la fortuna para bizcochar y los pendientes esmaltados. Javi se había ido con el peque y vino a recogerme al salir, y aunque me preocupaba un poco porque el día estaba feo, me hizo ilusión. Nos volvimos los 3 a casa a comer. Normalmente va Javi a por Megan pero a las 16h tenía dentista y tenía que ir yo con Álex a recogerla, pero el día estaba tan feo que no quería salir con el bebé, recuerdo que pensé que tanto tiempo sin ir al dentista , menudo día había escogido... al final la recogió mi suegro y los vi venir por la pasarela del barranco, hacía mucho aire y vinieron mojados. Al volver Javi, él y Megan se fueron a por merienda, y al volver, merendamos e hicimos el almuerzo terrorífico para el día siguiente que era halloween en el cole. Ahí ya nos había llegado un WhatsApp del barranco de Paiporta derrumbandose, y le mandé un mensaje a mi hermana preguntando si estaban bien, no me contestó y Megan y yo nos fuimos a duchar. Al salir comenzó el horror, mi hermana me había llamado y al no hacerse conmigo llamó a Javi para decirle que mis padres le habían llamado y que le habían dicho que estaban en un atasco, que el coche iba a la deriva y que el agua les llegaba a los tobillos por dentro y por fuera casi a los espejos retrovisores y tenían miedo. Es lo último que supimos de ellos, ya no cogieron el teléfono, llamadas al 112,colapsado y mi hermana que vive a 100 metros de donde le habían dicho que estaban solo hacia que mirar a la ventana y ver un río de 2 metros pasar por esa carretera. Ella se temió lo peor y yo intenté tranquilizarla; al principio pensé que todo iba a ir bien, pero el barranco aquí empezó a subir, y nos dio el tiempo justo para bajar a Trufa. Al subir a los 5 minutos se desbordó y lo que pensamos que iba a ser un palmo de agua como siempre, se convirtió en mas de metro y medio. Yo solo tranquilizaba a mi hermana pero viendo el panorama por la ventana por dentro me estaba mentalizando de que el desenlace iba a ser fatal porque siendo realistas, lo que veía por la ventana pintaba muy mal, los coches iban arrastrados como barcos de papel y mis padres tienen 68 y 72 años y su forma física no es la mejor. Sinceramente no recuerdo demasiado de aquí, solo mirar por la ventana y ver un río arrastrando de todo. Tardamos 6 largas horas en saber de ellos, y al contarme la historia solo puedo pensar que fue un milagro aunque no crea en ellos, que no era su hora.
Al día siguiente no había cobertura, ni luz, ni agua... así que hasta los 2 o 3 días no pude saber lo que habían pasado.
Lo último que supo mi hermana es que se los llevaba la corriente y desde la parada de metro de Paiporta fueron a parar a 10m de la guardia civil, por la carpa de Edival. El coche se estampó contra un árbol y aunque eso casi les cuesta la vida fue lo que los salvó porque el coche se quedó anclado y no siguieron a la deriva como otros muchos. Lo malo fue que por un lado venía el río con toda la fuerza y por el otro estaba el árbol así que no podía abrir las puertas. Se fueron a la parte de atrás pero de repente el agua empezó a subir muy rápido y cuando el agua ya estaba a un palmo del techo mi padre empezó a darle patadas a la puerta derecha trasera y al final consiguió abrirla, salir y sacar a mi madre que ya estaba completamente bajo del agua. Le sacó la cabeza y cuando vio que respiraba la ayudó a salir entera. Y ahí enganchados a la puerta abierta a 45° se quedaron, mi padre enganchado al cinturón trasero con el brazo y mi madre enganchada a mi padre 4 horas, 4 horas de tragar barro, de ver coches pasar, camiones, farolas y personas ser arrastradas por la corriente... El ruido del agua era tan fuerte que al lado tenían un coche con varias personas subidas al techo pero no podían oírlas, otro coche que había con otras tantas de repente desapareció, además del agua que venía por el lado, les caía también por encima del techo del coche. 4 horas empapados en lodo. Mi padre tenía los pies en el suelo pero la fuerza del agua le hacía resbalar y en un momento dado mi padre vio que el. coche de vez en cuando se levantaba por la corriente así que cuando se levantó un poco el coche, metió el pie debajo de la rueda que se lo reventó pero al mismo tiempo lo falcó al suelo e hizo que ya no se moviese, y en ese momento pensó que si nada le daba un golpe en la cabeza quizás podrían salir si no subía más el agua, y por suerte así fue.
Cuando el agua empezó a bajar, mi padre le dijo a mi madre que creía que lo peor ya había pasado y cuando dejó de pasar vieron un banco al lado y pensaron en sentarse y descansar, pero se dieron cuenta de que tenían las piernas hundidas en fango hasta las rodillas y no podían moverse, así que ahí estuvieron otra hora más hasta que por fin vieron unas luces en el horizonte. 4 benditos guardias civiles. Los cargaron y los llevaron al cuartel, les dieron ropa seca y a mi padre una manta térmica ya que estaba al borde de la hipotermia. Mi madre no veía de todo el barro que le había entrado en los ojos. Se habían quedado sin móvil pero mi padre pudo encender el suyo y llamar a mi hermana. A la 1:05h de la noche me llegó el WhatsApp:
[30/10, 1:05] Vanessa/M: Silvia, he hablado con papá!
30/10, 1:05] Vanessa/M: Me ha dicho q están los dos bien
[30/10, 1:05] Vanessa/M: No oía nada, entrecortado pero me ha parecido q el coche hecho mierda pero ellos bien
[30/10, 1:05] bohemian nature: donde están?
[30/10, 1:06] bohemian nature: Donde están?
[30/10, 1:06] Vanessa/M: Pero a mamá no la he oído
[30/10, 1:07] Vanessa/M: Espero q sea verdad q están los dos bien. Están en la guardia civil, me ha dicho
[30/10, 1:07] Vanessa/M: En la guardia civil
Pasaron allí la noche y a las 7 de la mañana salía un autobús habilitado hacia la fonteta. A mitad camino mi padre escuchó que después el autobús iba a cochera por el bulevar y ellos viven al lado, así que le preguntó si le importaba dejarles allí, pidieron permiso a la guardia civil que les escoltaba y los dejaron al lado del Lidl y de allí se fueron a casa andando, hechos polvo, golpeados y doloridos, pero vivos.
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